Hacienda Santa Cruz

Hacienda Santa Cruz forma parte del catálogo de haciendas protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), siendo patrimonio cultural del estado de Yucatán. Hoy en día se ha transformado en un maravilloso hotel, con personalidad única y carácter definido.

En sus orígenes en 1640, la Hacienda Santa Cruz fue un monasterio franciscano. Al pasar los años se convirtió en finca y durante el periodo de gloria del «Oro Verde» en Yucatán, se transformó en hacienda de cultivo del henequén.

Una cautivadora rotonda, rodeada de un jardín espectacular, en el abrazo de árboles flamboyanes, lluvia de oro,  pich (árbol de la región), naranjos y  palmeras, serán el escenario para llegar a la recepción de la Hacienda, en donde con una cálida sonrisa será recibido para darle la bienvenida a este majestuoso hotel, rodeado de complejos de arquitectura colonial que conformaron un tiempo, el entonces monasterio franciscano del siglo XVII y más adelante, a finales del siglo XIX, una plantación de henequén, el “oro verde de Yucatán”.

Alrededor de sus extensos jardines se encuentran distribuidas sus habitaciones, cada una es única y exclusiva. Para darles un estilo excepcional, algunas cuentan con tina, terraza, patios o un jardín privado. 

Es posible elegir entre las Master Suites que se encuentran en lo que fuera el monasterio de la hacienda. Las Junior Suites son ideales para pequeñas familias, pues es fácil instalar en ellas a tres huéspedes y se localizan cerca de la capilla, lo que les añade cierta intimidad. Las Dobles Deluxe  disponen de una hermosa terraza y son ideales para parejas de recién casados. Aunado a las habitaciones, el hotel cuenta con 2 albercas climatizadas, una junto al restaurante Valentina y otra cerca de la capilla.

El Restaurante Valentina (con capacidad para 60 personas), sin duda un lugar mágico por estar situado dentro de un espacio colonial, ubicado  en la terraza de la antigua casa de máquinas y con vista a hermosos jardines y frondosos árboles. 

Aquí podrás degustar durante el desayuno, comida o cena, exquisitas recetas de alta gastronomía mexicana, autoría de nuestro Chef Pedro May, orgullosamente yucateco.

Cada platillo es elaborado a partir de un proceso impecable que utiliza ingredientes frescos de la más alta calidad, rescatando las raíces y técnicas mexicanas, cuenta con su propio huerto, dentro de las instalaciones de la Hacienda Santa Cruz para darle un toque aún más especial a sus recetas.

Se ofrece una amplia variedad de tratamientos profesionales incluyendo terapias, técnicas holísticas naturales y tradicionales, al igual que tratamientos cosmetológicos de vanguardia en medio de un ambiente ideal de relajación.  

También se cuenta con temazcal y una impresionante área de hidromasaje única en el Estado, con instalaciones que cuentan con sauna, vapor, duchas diversas, pediluvio y alberca lúdica.  

Hacienda Santa Cruz tiene una cancha de futbol rápido ideal para tener partidos amistosos o de entrenamiento para equipos de futbol que estén de visita en nuestro estado, teniendo las facilidades de hospedaje, spa y restaurante para tener una experiencia completa sin salir de las instalaciones

Y si el fútbol no es lo tuyo, podrás disfrutar de un espacio confortable, fresco y relajante para disfrutar en familia, en el Cenote Artificial de la Hacienda. Con una profundidad de 4 metros aproximadamente. Rodeado de pérgolas, camastros, hamacas y 2 palapas.

Además, para huéspedes y visitantes se tienen 10 bicicletas para uso exclusivo dentro de las instalaciones. Encontrarás una pequeña ciclopista de 900 metros aproximadamente para ejercitarse en las mañanas o tardes ya sea para trotar, correr o usar las bicicletas.

Vive la experiencia de caminar dentro de una aldea maya dentro de la Hacienda Santa Cruz en donde se ha recreado el estilo de vida que aún prevalece en las comunidades apartadas de nuestro estado.

Encontrarás 4 chozas que representan cada una un concepto distinto en nuestro pueblo maya, todas ellas  con artículos de uso común en las familias que las habitan al sur del estado, y que son elaboradas de bajareque y paja, llamadas Nah.